QUIERO SER FELIZ Y MI CUERPO-MENTE NO ME DEJA
Estamos educados de una forma donde no estamos acostumbrados a mirarnos dentro y entender que camino tenemos que seguir. Estamos educados siempre a buscar respuestas fuera y que las cosas tienen que ser de una manera en concreto, y si no son así, no obtendremos la felicidad.
Cuando padecemos o hemos padecido enfermedades grandes la mayoría, por no decir todos, hemos experimentado una tormenta de emociones y estados mentales de lucha. Nos hemos hecho mil preguntas de porqué nos ha tocado eso, de no encontrar una solución y quedar exhaustos de la búsqueda y hacer pruebas y errores para estar sanos. En esos puntos se genera una lucha donde hay un punto de supervivencia y unas estructuras mentales que hemos creado de manera inconsciente al no parar de buscar y probar cosas con resultados no esperados conllevando emociones de decepción hasta encontrar la respuesta y, aquí es donde se genera el sufrimiento.
Las emociones que uno experimenta con una enfermedad larga solo lo sabe esa persona. En ese punto uno experimenta los hechos de una mente programada de manera inconsciente donde la aceptación cuesta de asimilar porque tenemos asociado a esta palabra a resignación. Y así no es. Aceptar es no luchar en contra nuestro. Esa energía que ahorramos en no luchar la podemos utilizar para entender que nos esta pasando, des de otro plano. A mi me costo mucho comprender y tomar consciencia de ello en todos los años que sufrí tantas patologías una detrás de otra.
Empezar a entender como la mente se manifiesta en esos momentos ayuda entender como nos identificamos con ciertos patrones donde creemos que eso es real. La identificación y querer que las cosas son como nuestra mente programada inconscientemente quiere que sean es donde se genera el sufrimiento.
Estuve años y años hasta encontrar como ir equilibrando mi cuerpo de todas las patologías que tenía y tras años de mi parte mental de búsqueda sin fin llego un punto de estar exhausto y no poder más. Nunca había un fin de mis enfermedades sino que iban saliendo cada vez más. Había un desgaste enorme a nivel mental e emocional al esperar el resultado final para relajarme y ser feliz.
¿Que pasó?
Que mi sistema nervioso se saturó e incremento más las inflamaciones en mis enfermedades. Y tras años de mi mente estar en modo emergencia y estar al límite hizo que no escuchara mi cuerpo realmente lo que necesitaba y así se incrementaron todos mis problemas. Y lo mas complejo de todas las patologías graves era ver como mi mente no podía parar de buscar soluciones para encontrarme bien. Para sentirme bien necesitaba sentir que mi cuerpo y mi mente no estaban en emergencia pero tras años sin encontrar solución tenia mi mente programada de una manera que si no encontraba la solución no podría estar bien. Hasta que aprendí que ese estado de ansiedad que me generaba al no encontrar solución empeoraba el problema que tenia.
Y aquí empeze a ser consciente de como mi mente (mi sistema nervioso) afectaba a mis problemas digestivos más alla de la parte funcional del digestivo.
Me di cuenta que el primer paso para calmar mi sistema nervioso y la casca de inflamación que generaba respecto a ello fue ser consciente de la realidad del sufrimiento.
Hay una parte del sufrimiento que es autocreado. Es decir es un sufrimiento creado por uno mismo que tiene lugar en nuestra mente.
Te voy a poner un ejemplo: Tomemos el dolor como ejemplo. El dolor puede causar felicidad o sufrimiento, según el contexto en que estemos.
Por ejemplo, si estas contracturado y vas al masajista que sabes que te hara un masaje fuerte para descontracturate, ese dolor se ajustara a tus expectativas, por lo que lo asociaras a un buen cuidado personal, como algo feliz.
Pero si golpeas tu pulgar con un martillo, experimentas dolor y tal vez ira o frustración, y veras el dolor como una lesión autoinfligida. Lo vas a ver como un sufrimiento.
Ese sufrimiento creado por nuestra mente y que no es real (pero lo vivimos como tal) son debido a estas razones principalmente:
- LOS APEGOS: se genera un sufrimiento porque queremos una cosa y con ello una cascada de dependencia emocional. Y cuando no tenemos esa cosa sufrimos. Es obvio que queremos todos tener salud pero el punto principal es que si no lo tenemos ya no generemos un sufrimiento extra por no tenerlo porque esto hara incrementar más los problemas.
Aquí entra la aceptacion que no es igual a resignación.
- NO ACEPTAR LAS COSAS: nuestra mente la solemos tener programada, por condiciones sociales, familia, educación… de una manera que las cosas tienen que ser como yo lo diga y no como son. Eso conlleva una lucha y cuando estamos enfermos hasta que no aceptemos ese punto y apliquemos una vision amplia no se va a generar un estado más tranquilo donde en ese punto podremos pensar con mayor claridad para saber que pasos seguir para conseguir nuestro objectivo.
Si no hacemos este punto de aceptacion vamos a generar un sufrimiento que va a generarnos ansiedad, frustración y mucha pena. Algunas cosas hay que dejarlas a su ritmo, así como los ríos siguen su cauce de forma natural. Y no controlar.
- EL CONTROL: el querer que las cosas funcionen como se desean y no permitir que estas sigan su curso natural en la vida. No entender que la vida es impermanente y que todo cambia en todo momento y, por lo tanto, querer controlar las cosas y que sean estáticas hará que nuestro sufrimiento crezca. Saber que todo es impermanente y entender que ese estado de salud no es para siempre eso generará a nuestra mente un descanso al saber que esto cambiará. Si no sabemos esto, de manera inconsciente nuestra mente se puede pensar que así estaremos siempre.
- NO QUERERNOS TAL COMO SOMOS: este punto es importante, tener baja autoestima hará que veamos más las cosas negativamente. Pensar que siempre nos pasan las cosas a nosotros, que los otros siempre están bien… tener pensamientos negativos recurrentes hará que suframos más. Trabajar en tener una buena autoestima será crucial para lograr muchos propósitos y evitar fijar la atención en lo exterior. Cuando nos encontramos mal nos fijamos más en lo negativo y lo exageramos (de manera inconsciente) y pensamos que nunca vamos encontrar la solución y cosas por el estilo. Una vez te empiezas a tratar bien y aceptas la situación hay menos lucha y más energía para poder ver como proyectamos nuestra mente los resultados vividos que serán unos o otras según nuestra identificación con nuestros pensamientos.
En conclusión quiero hacerte ver lo complejo que somos los humanos pero por otro lado lo increíbles que somos también, todo tiene su doble cara. En una enfermedad podemos vivir el dolor de la enfermedad o el dolor de la enfermedad + el dolor que nos generamos nosotros mismos mentalmente no aceptando la situación y aferrándonos a unas ideas que si no se consiguen en ese momento no conseguiremos tener en paz mentalmente.
Eso te lo digo des de mi experiencia personal donde años y años de sufrimiento terminé con un colapso a nivel mental con ansiedades y sensaciones físicas corporales donde experimenté el descontrol sobre mi mente y mi cuerpo y que en cualquier momento podía pasar cualquier cosa como echarme a llorar, o caerme el suelo del dolor que sufría. Un día cuando estaba en este punto tenia muchos pinchazos en la cabeza y la ansiedad muy aumentada y la respiración muy débil y era tanto el dolor que tenia que tenia la sensación me iba a caer al suelo, en ese momento a nivel interno fue una rendición absoluta donde ya me daba igual lo que pasara pero no quería sufrir más, si me caía el suelo y me quedaba allí pues que así fuera, lo acepte. En ese momento de aceptación profunda sucedió lo siguiente, de golpe paso todo. Mi cabeza dejo de tener pinchazos, mi respiración se recuperó y me encontré en paz. Ese punto me dejó muy tocado al ver el potencial que tiene la mente y como de manera inconsciente los patrones que tenemos interiorizados en nuestro interior nos pueden hacer un efecto u otro.
Deseo que este artículo te haya ayudado a comprender un poco más lo importante de trabajar el cuerpo y la mente para conseguir encontrarnos bien porque es imposible separar uno de otro.