¿QUE PUEDE DAÑAR MI SISTEMA DIGESTIVO Y MI MICROBIOTA?
La salud es una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales y no puramente en términos biológicos (1)
Contrasta con el modelo tradicional que sugiere que la enfermedad es únicamente un factor biológico que puede ser explicado en términos de una desviación de la función normal subyacente, como un agente patógeno, genético o anormalidad del desarrollo o lesión (2)
Entendiendo como la salud es una combinación de factores biopsicosociales implica que la salud digestiva puede verse afectada por uno o varios factores del medio que lo rodea, ya sea nuestra manera de pensar y sentir, nuestro entorno donde nos movemos, y/o las condiciones de nuestro cuerpo.
Los factores son los siguientes:
- FACTORES SOCIALES Y CULTURALES
- FACTORES DIETÉTICOS
- FACTORES FÍSICOS
- FACTORES PSICOLÓGICOS
- FACTORES FISIOLÓGICOS
FACTORES SOCIALES Y CULTURALES
El estrés es una de las causas importantes de los problemas digestivos gastrointestinales. La alteración del sistema nervioso esta muy ligado con el sistema gastrointestinal. Factores sociales como hablar en publico, tener un examen, trabajar de cara al publico, hacer una entrevista…pueden alteran el sistema nervioso al cual repercute en nuestro sistema digestivo provocando una serie de problemas (el estrés puntual el cuerpo tiene los mecanismos necesarios para compensar los efectos y no provocarnos problemas, cuando se hablan de problemas digestivos provocados por estrés es cuando este estrés ha sido continuo).
Los altos niveles de estrés también pueden tener efectos dañinos en el cuerpo. En el intestino, el estrés puede aumentar la sensibilidad, reducir el flujo sanguíneo y alterar las bacterias intestinales (3).
Los estudios con ratones han demostrado que diferentes tipos de estrés, como el aislamiento y el estrés por calor, pueden reducir la diversidad de la flora intestinal y alterar los perfiles del intestino (4, 5,6).
La exposición al estrés en ratones también afecta las poblaciones bacterianas, causando un aumento de bacterias potencialmente dañinas como Clostridium y reduciendo las poblaciones beneficiosas de bacterias como Lactobacillus (7,8).
Un estudio en humanos analizó el efecto del estrés sobre la composición de las bacterias intestinales en 23 estudiantes universitarios (9). La composición de las bacterias intestinals se analizó al comienzo del semestre y al final del semestre durante los exámenes finales.
El alto estrés asociado con los exámenes finales causó una reducción en las bacterias amigables, incluyendo Lactobacilli.
Por otro lado, en el ámbito cultural influencia mucho en nuestro sistema digestivo debido a las condiciones culturales donde hemos crecido.
La gastronomía y las cocciones de cada cultura pueden influenciar mucho en nuestro sistema digestivo. Si tenemos un sistema digestivo débil y hemos crecido en una cultura donde se come pocas verduras, la base es la proteína animal y las grasa y harinas refinadas estos tendrá repercusiones en nuestro sistema gastrointestinal.
Otro parámetro que podríamos incluir aquí es el no dormir bien. El no dormir lo suficiente por falta de tiempo, porque estamos estresados, porque trabajamos por turnos o comemos hasta altas horas de la noche esto repercute a nuestro sistema digestivos y nuestra flora intestinal. Dormir bien es muy importante para la salud en general.
Los estudios demuestran que la falta de sueño está relacionada con muchas enfermedades, incluida la obesidad y las enfermedades del corazón (10,11,12).
El sueño es tan importante que el cuerpo tiene su propio reloj de cronometraje, conocido como ritmo circadiano (13).
Es un reloj interno de 24 horas que afecta tu cerebro, cuerpo y hormonas. Puede mantenerte alerta y despierto, pero también puede decirle a tu cuerpo cuando es hora de dormir (14,15).
Parece que el intestino también sigue un ritmo circadiano diario. Interrumpir el reloj de su cuerpo debido a la falta de sueño, el trabajo por turnos y el comer hasta altas horas de la noche puede tener efectos nocivos sobre las bacterias intestinales (16,17,18).
Un estudio de 2016 fue el primero en explorar los efectos de la privación del sueño a corto plazo sobre la composición de la flora intestinal (19). El estudio comparó los efectos de dos noches de privación de sueño (alrededor de 4 horas por noche) versus dos noches de duración normal del sueño (8,5 horas) en nueve hombres. Los resultados fueron que dos días de privación de sueño provocaron cambios sutiles en la flora intestinal y aumentaron la abundancia de bacterias asociadas con el aumento de peso, la obesidad, la diabetes tipo 2 y el metabolismo de las grasas (19,20).
Sin embargo, los efectos de la falta de sueño en las bacterias intestinales es una nueva área de investigación. Se requieren más estudios para determinar el impacto de la pérdida de sueño y la mala calidad del sueño en la salud intestinal.
RESUMEN:
El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas llamado ritmo circadiano. La falta de sueño puede alterar el ritmo circadiano, y esto parece tener efectos nocivos sobre las bacterias intestinales.
FACTORES DIETÉTICOS
Lo que uno come influencia en el cuerpo. Hay ciertos factores que nos pueden traer problemas a nivel digestivo y de salud.
Vamos a ver:
1- COMER PRODUCTOS (alimentos refinados y ultraprocesados) Y NO ALIMENTOS REALES
La vida acelerada de hoy en día nos ha traído a dejar en segundo plano comer alimentos reales por alimentos que han sido ultraprocesados (que de alimentos tienen poco). Ya sea la facilidad, la textura o el sabor, sobretodo este ultimo punto, crea una adicción al cuerpo, la cual si no eres consciente de sus efectos, vas querer comer mas y mas. Y esto nos ha traído, y nos van a traer más, problemas de salud si no le damos la vuelta.
Vamos a ver unos ejemplos:
- CARNE PROCESADA:
Los productos alimenticios categorizados como carne procesada incluyen, salchichas industriales, salamI, tocino, carne salada y curada, carne en conserva, carne ahumada, carne enlatada.
Comer grandes cantidades de carne procesada durante un período prolongado puede aumentar el riesgo de muchas enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y cáncer.
Éstas incluyen:
-Presión arterial alta (hipertensión) (22, 23).
-Enfermedad cardíaca (21, 24).
-Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) (25,26,27,28).
-Cáncer de intestino y estómago (21,29, 30, 32, 33, 34).
Los estudios sobre el consumo de carne procesada en humanos son todos de naturaleza observacional. Pueden demostrar que las personas que comen carne procesada tienen más probabilidades de contraer estas enfermedades, pero no pueden demostrar que la carne procesada las causó. Aun así, la evidencia es convincente porque los enlaces son fuertes y consistentes. Además, todo esto está respaldado por estudios en animales. Por ejemplo, estudios en ratas muestran que comer carne procesada aumenta el riesgo de cáncer de intestino (35).
Una cosa es clara, la carne procesada contiene compuestos químicos nocivos que pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Como por ejemplo, las nitrosaminas se forman principalmente cuando los productos cárnicos procesados se exponen a altas temperaturas (más de 266 ° F o 130 ° C), como al freír tocino o asar salchichas (36).
Los estudios en animales indican que las nitrosaminas pueden jugar un papel importante en la formación del cáncer de intestino (35, 37).
Esto es respaldado por estudios observacionales en humanos, lo que indica que las nitrosaminas pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago y de intestino (38,39).
El ahumado de la carne es uno de los métodos de conservación más antiguos, a menudo utilizado en combinación con la salazón o el secado.
El ahumado conduce a la formación de varias sustancias potencialmente dañinas. Estos incluyen hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) (40).
Numerosos estudios en animales han demostrado que algunos HAP pueden causar cáncer (40,41).
Las aminas heterocíclicas (HCA) son una clase de compuestos químicos que se forman cuando la carne o el pescado se cocina a alta temperatura, como durante la fritura o la parrilla (42, 43).
Numerosos estudios observacionales en humanos indican que comer carne bien hecha puede aumentar el riesgo de cáncer en el colon, mama y próstata (44,45,46).
El nivel de HCA se puede minimizar usando métodos de cocción suaves, como freír a fuego lento y al vapor. Evite comer carne carbonizada y ennegrecida.
RESUMEN
La carne procesada contiene varios compuestos químicos que no están presentes de forma natural en la carne fresca. Muchos de estos compuestos son dañinos para la salud.
Por esta razón, consumir una gran cantidad de productos cárnicos procesados durante un período prolongado (años o décadas) puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente cáncer.
Sin embargo, comerlos ocasionalmente no tendría que haber problema pero la cuestión es que cuando llevas una alimentación natural el cuerpo ya no te pide estos productos. Cuando el cuerpo esta limpio, bien oxigenado y nutrido solo quiere alimentos para que el cuerpo trabaje bien. Al introducir estos productos el cuerpo ya no le gusta y te lo puede manifestar de distintas formas, ya se con las heces, con la sensación que te deja el cuerpo… Cuando cambio hábitos y empiezas a comer comida real la estructura de tus hábitos y prioridades cambian.
- ACEITES VEGETALES Y DE SEMILLAS REFINADAS:
Los aceites refinados que se extraen de semillas son de la soja, semillas de girasol, sésamo, maíz, cacahuete y otras más.
Estos aceites no estuvieron disponibles para los humanos hasta el siglo 20, porque simplemente no teníamos la tecnología para hacerlos.
La forma en que se fabrican estos aceites es muy desagradable implica un proceso de extracción riguroso que incluye blanqueamiento, desodorización y la utilización de hexano solvente altamente tóxico.
Estos aceites han llegado a todo tipo de alimentos procesados, incluidos aderezos para ensaladas “saludables”, réplicas de mantequilla, mayonesa, galletas y más.
El principal problema con la mayoría de estos aceites es que son demasiado altos en ácidos grasos poliinsaturados Omega-6.
Los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 son los llamados ácidos grasos esenciales, lo que significa que necesitamos algunos de ellos en nuestra dieta porque el cuerpo no puede producirlos. A lo largo de la evolución, obtuvimos Omega-3 y Omega-6 en cierta proporción.
Nuestra relación Omega-6: Omega-3 solía ser de aproximadamente 1: 1. Sin embargo, en el último siglo más o menos, esta proporción en la dieta occidental ha cambiado drásticamente, hasta 16: 1 (47).
Cuando la relación Omega-6: Omega-3 cambia demasiado a favor de Omega-6, las cosas malas comienzan a suceder en el cuerpo.
El exceso de ácidos grasos Omega-6 se acumula en nuestras membranas celulares y contribuye a la inflamación (48).
La inflamación es un factor subyacente en algunas de las enfermedades occidentales más comunes e incluye enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, artritis y muchas otras.
En el pasado (y actualmente desgraciadamente), la gente pensaba que la grasa saturada aumentaba el colesterol y causaba enfermedades del corazón.
La cantidad de Omega-6 en la sangre está altamente correlacionada con la muerte por enfermedad cardiovascular (49): Este estudio solo muestra una correlación y no puede probar que las grasas Omega-6 están causando estas muertes cardiovasculares, pero definitivamente es algo en lo que pensar.
Estudios en ratas, un alto consumo de estos aceites puede causar hígado graso y daño hepático severo (50).
Varios otros estudios en animales también muestran un aumento en el cáncer cuando las ratas consumen una dieta alta en grasas Omega-6 (51).
RESUMEN
Comer una gran cantidad de ácidos grasos Omega-6 se asocia con muchos efectos nocivos y pueden ser actores clave en muchas enfermedades occidentales.
Es importante tener en cuenta que no todos los aceites vegetales son malos. Por ejemplo, el aceite de coco y el de oliva son excelentes, aquí estamos hablando de los aceites refinados. (en el supermercado tienen que poner que lo son) Y si te das cuenta en la mayoría de alimentos ultraprocesados de supermercado (mirar etiquetas) suelen llevar aceites refinados de ese tipo, asi que todo suma .
Los aceites vegetales refinados a evitar son aceite de soja, maíz, girasol, sésamo… También las margarinas
Las grasas saturadas son las mejores para cocinar, ya que son las más estables a altas temperaturas. Estos incluyen mantequilla, aceite de coco El aceite de oliva también es una excelente opción para cocinar.
- AZÚCAR REFINADO Y EDULCORANTES ARTIFICIALES
El azúcar refinado es uno de los peores “alimentos” y mas dañinos del siglo 20 y actual.
Otro día haré un entrada de blog nueva hablando sólo del azúcar porque la información es muy extensa.
El azúcar refinado puede tener efectos nocivos sobre el metabolismo y contribuir a todo tipo de enfermedades.
Varios estudios en animales han demostrado que una dieta alta en azúcares añadidos conduce a la obesidad, la resistencia a la insulina, el aumento de la permeabilidad intestinal y la inflamación de bajo grado (52).
Los estudios en humanos confirman el vínculo entre el azúcar agregado y los marcadores inflamatorios más altos.
Un estudio de 29 personas sanas descubrió que consumir solo 40 gramos de azúcar añadida de una sola lata de gaseosa de 375 ml al día condujo a un aumento de los marcadores inflamatorios, la resistencia a la insulina y el colesterol LDL. Estas personas tienden a ganar más peso también (53).
Otro estudio en personas con sobrepeso y obesas descubrió que consumir una lata de refresco regular a diario durante seis meses conducía a un aumento en los niveles de ácido úrico, que desencadenaba la inflamación y la resistencia a la insulina. Los sujetos que bebieron refrescos dietéticos, leche o agua no tuvieron un aumento en los niveles de ácido úrico (54).
Beber bebidas azucaradas puede aumentar los niveles de inflamación. Además, este efecto puede durar una cantidad de tiempo considerable.
El consumo de una dosis de 50 gramos de fructosa provoca un aumento en los marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva (PCR), solo 30 minutos más tarde. Además, el CRP permanece alto durante más de dos horas (55).
Además del azúcar agregado, demasiados carbohidratos refinados se han relacionado con un aumento de la inflamación en humanos (56, 57, 58).
En un estudio, comer 50 gramos de carbohidratos refinados en forma de pan blanco dio como resultado niveles más altos de azúcar en la sangre y un aumento en el marcador inflamatorio Nf-kB (57).
Los edulcorantes artificiales son ampliamente utilizados como sustitutos del azúcar. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que pueden afectar negativamente a la microbiota intestinal.
Un estudio en ratas mostró que el aspartame, un edulcorante artificial, redujo el aumento de peso, pero también aumentó el azúcar en la sangre y la respuesta insulínica deteriorada (59).
Las ratas alimentadas con aspartamo también tenían Clostridium y Enterobacteriaceae más altos en sus intestinos, los cuales están asociados con la enfermedad cuando están presentes en cantidades muy altas.
Otro estudio encontró resultados similares en ratones y humanos. Mostró cambios en la microbiota que los edulcorantes artificiales tienen efectos negativos sobre los niveles de azúcar en la sangre (60).
RESUMEN
El consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados se asocia con una inflamación elevada en el cuerpo, así como resistencia a la insulina y aumento de peso.
Respecto a los edulcorantes artificiales pueden afectar negativamente los niveles de azúcar en la sangre debido a sus efectos sobre la microbiota intestinal.
2- NO COMER UNA VARIEDAD DE ALIMENTOS
En general, se considera que una flora intestinal rica y diversa es saludable (61).
La falta de diversidad dentro de las bacterias intestinales limita la recuperación de influencias dañinas, como infecciones o antibióticos (62,63).
Una dieta que consiste en una amplia variedad de alimentos integrales, como frutas, verduras y granos integrales, puede conducir a una flora intestinal más diversa. De hecho, cambiar tu dieta puede alterar tu perfil de flora intestinal después de unos pocos días (61,64,65).
Esto se debe a que los alimentos que comes proporcionan nutrientes que ayudan a que las bacterias crezcan. Una dieta rica en alimentos integrales le proporciona al intestino una variedad de nutrientes que ayudan a promover el crecimiento de diferentes tipos de bacterias, lo que resulta en una flora intestinal más diversa.
Desafortunadamente, en los últimos 50 años, gran parte de la diversidad en la dieta occidental se ha perdido. Hoy, el 75% del suministro mundial de alimentos proviene de solo 12 plantas y cinco especies de animales (61).
Los estudios muestran que las personas que viven en las regiones rurales de África y América del Sur tienen una flora intestinal más diversa que las que viven en los Estados Unidos y Europa (66, 67). Esto es porque sus dietas generalmente no se ven afectadas por el mundo occidental y son ricas en fibra y en una variedad de fuentes de proteínas vegetales.
RESUMEN:
Una dieta que carece de una variedad de diferentes alimentos integrales puede resultar en una pérdida de la diversidad de la flora intestinal. Esto puede tener una serie de efectos negativos para la salud.
3- LA FALTA DE PREBIÓTICOS EN LA DIETA
Los prebióticos son un tipo de fibra que pasa a través del cuerpo sin digerir y promueve el crecimiento y la actividad de las bacterias intestinales amigas (68).
Muchos alimentos, incluyendo frutas, vegetales y granos integrales, contienen fibra prebiótica.
La falta de ellos en la dieta puede ser perjudicial para su salud digestiva general (69).
Los alimentos con alto contenido de prebióticos incluyen:
- Lentejas, garbanzos y frijoles
- Avena
- Plátanos
- alcachofas de Jerusalem
- Espárragos
- Ajo
- Puerros
- Cebollas
- Nueces
Un estudio en 30 mujeres obesas descubrió que tomar un suplemento prebiótico diario durante tres meses promovió el crecimiento de las bacterias saludables Bifidobacterium y Faecalibacterium (70).
Los suplementos de fibra prebiótica también promueven la producción de ácidos grasos de cadena corta (71). Estos ácidos grasos son la principal fuente de nutrientes para las células de su colon. Se pueden absorber en la sangre, donde promueven la salud metabólica y digestiva, reducen la inflamación y pueden reducir el riesgo de cáncer colorrectal (72,73).
Además, los alimentos ricos en fibra prebiótica pueden desempeñar un papel en la reducción de los niveles de insulina y colesterol (74,75).
RESUMEN:
Los prebióticos son un tipo de fibra que se encuentra comúnmente en frutas, verduras y granos integrales. Son importantes para aumentar las bacterias intestinales saludables como Bifidobacterium y AGCC como el butirato, entre muchos otras y otros.
4- BEBER DEMASIADO ALCOHOL
El alcohol es adictivo, altamente tóxico y puede tener efectos físicos y mentales dañinos cuando se consume en grandes cantidades (76,77).
En términos de salud intestinal, el consumo crónico de alcohol puede causar problemas graves, incluida la disbiosis.
Un estudio examinó la flora intestinal de 41 alcohólicos y los comparó con 10 individuos sanos que consumieron poco o nada de alcohol. La disbiosis estuvo presente en el 27% de la población alcohólica, pero no estaba presente en ninguno de los individuos sanos (78).
Otro estudio comparó los efectos de diferentes tipos de alcohol en la salud intestinal.
Durante 20 días, cada individuo consumió unos 272 ml de vino tinto y 100 ml de ginebra por día (79).
La ginebra disminuyó la cantidad de bacterias intestinales beneficiosas, mientras que el vino tinto en realidad aumentó la abundancia de bacterias conocidas por promover la salud intestinal y disminuyó la cantidad de bacterias intestinales dañinas como el Clostridium.
El efecto beneficioso del consumo moderado de vino tinto en las bacterias intestinales parece deberse a su contenido de polifenoles.
Los polifenoles son compuestos vegetales que escapan de la digestión y se descomponen por las bacterias intestinales. También pueden ayudar a reducir la presión arterial y mejorar el colesterol (80,81).
RESUMEN:
En términos generales, el consumo de alcohol tiene un efecto nocivo sobre las bacterias intestinales. Sin embargo, el contenido de polifenoles en el vino tinto puede tener un efecto protector sobre las bacterias intestinales cuando se consume con moderación.
5- FUMAR CIGARRILLOS
El humo del tabaco está compuesto por miles de sustancias químicas, 70 de las cuales pueden causar cáncer (82).
Fumar causa daño a casi todos los órganos del cuerpo y aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y cáncer de pulmón (83).
Fumar cigarrillos también es uno de los factores de riesgo ambientales más importantes para la enfermedad inflamatoria intestinal, una enfermedad caracterizada por la inflamación continua del tracto digestivo (84).
Además, los fumadores tienen el doble de probabilidades de tener la enfermedad de Crohn, un tipo común de enfermedad inflamatoria intestinal, en comparación con los no fumadores (85).
En un estudio, la cesación del tabaquismo aumentó la diversidad de la flora intestinal, que es un marcador de un intestino sano (86).
RESUMEN:
Dejar de fumar puede mejorar la salud intestinal al aumentar la diversidad de la flora intestinal, y esto puede ocurrir después de tan solo nueve semanas.
FACTORES FÍSICOS
El sedentarismo y la falta de actividad física regularmente repercute en nuestro sistema digestivo y nuestra microbiota.
La actividad física se define simplemente como cualquier movimiento del cuerpo que queme energía. Caminar, nadar y andar en bicicleta son ejemplos de actividad física.
Estar físicamente activo tiene una serie de beneficios para la salud, incluida la pérdida de peso, niveles de estrés más bajos y un menor riesgo de enfermedad crónica (87, 88, 89,90).
Además, estudios recientes sugieren que la actividad física también puede alterar las bacterias intestinales, mejorando la salud intestinal (91,92,93).
Altos niveles de deporte se han asociado con una mayor abundancia de butirato, un ácido graso de cadena corta que es importante para la salud general, y bacterias productoras de butirato (94,95).
Un estudio encontró que los jugadores de rugby profesionales tenían una flora intestinal más diversa y el doble de familias de bacterias, en comparación con los grupos de control combinados para el tamaño corporal, la edad y el sexo (96).
Además, los atletas tenían niveles más altos de Akkermansia, una bacteria que desempeña un papel importante en la salud metabólica y en la prevención de la obesidad (96,97).
Resultados similares han sido reportados en mujeres. Un estudio comparó la flora intestinal de 19 mujeres físicamente activas con 21 mujeres no activas (98). Las mujeres activas tenían una mayor abundancia de bacterias promotoras de la salud, incluyendo Bifidobacterium y Akkermansia, lo que sugiere que la actividad física regular, incluso a intensidades bajas a moderadas, puede ser beneficiosa.
RESUMEN:
La actividad física regular promueve el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, incluyendo Bifidobacterium y Akkermansia. Estos efectos positivos no se observan en individuos que están inactivos.
FACTORES PSICOLÓGICOS
La ansiedad y la depresión repercuten en la salud digestiva y pueden provocar malestares como síndrome de intestino irritable (SII) entre otras patologías digestivas, como diarreas, hinchazones, dolores digestivos…
¿Qué fue primero, el SII o la ansiedad? Se sabe que cada uno dispara al otro. El estrés y la ansiedad son las respuestas de tu cuerpo al peligro. Pero los desafíos de hoy en día con las responsabilidades laborales, escolares y de relación significan que estos estados emocionales se han convertido cada vez más en algo cotidiano. La persona que tiene SII, el estrés y la ansiedad pueden llegar a gobernar su vida.
¿Cómo afectan el estrés y la ansiedad al intestino?
El cerebro y los nervios juntos controlan el cuerpo y esto se le llama el sistema nervioso central. Este sistema funciona con controles internos que aparentemente funcionan con piloto automático. Por lo general, se divide en dos partes: los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Pero podríamos decir que hay una tercera clasificación, como tener una tercera parte, que es el sistema nervioso entérico, que controla la mayor parte de la actividad del sistema gastrointestinal.
Los sistemas simpático y parasimpático generalmente trabajan en tándem. El sistema parasimpático se conoce como el sistema “descansar y digerir”. Controla las funciones corporales como la micción, la defecación, la digestión, la producción de lágrimas y la producción de saliva; en resumen, muchas de las funciones que su cuerpo realiza al realizar las actividades de la vida diaria.
El sistema nervioso simpático es su lado de “luchar o huir”. El estrés y la ansiedad activan este sistema. Producen una reacción en cadena de la liberación de hormonas que aumenta la velocidad con la que late el corazón, bombea más sangre a los músculos y ralentiza o incluso detiene los procesos digestivos en el estómago.
Según un artículo publicado en el World Journal of Gastroenterology (99), tener SII (IBS en ingles) produce trastornos en el equilibrio entre el cerebro y el intestino. El resultado es que el estrés y la ansiedad a veces activan la hiperactividad del intestino. Esto causa diarrea y agitación estomacal que los que tienen SII conocen bien. En otros, las señales cerebrales son poco activas, y su intestino puede disminuir la velocidad, lo que resulta en estreñimiento, gases y molestias abdominales.
El objetivo del cuerpo es mantener la homeostasis o un estado estable del ser. Después de una respuesta al estrés, las hormonas fluctuantes están destinadas a volver a los niveles normales. Sin embargo, cuando las personas experimentan estrés y ansiedad crónicos, sus cuerpos no pueden lograr la homeostasis. Este es a menudo el caso cuando una persona tiene SII.
El estrés puede causar estragos en su intestino. Causa la liberación de muchas hormonas, incluido el factor liberador de corticotropina (CRF).
Esta hormona está vinculada a las bacterias sanas del intestino, que mantiene la función intestinal. El CRF adicional también activa la respuesta inmune del cuerpo. Si bien puede parecer algo bueno, la actividad inmune puede tener efectos adversos, como es el caso cuando una persona tiene una fuerte respuesta alérgica a un alimento saludable.
El estrés crónico puede causar el desequilibrio de las bacterias intestinales, una afección conocida como disbiosis. Según un artículo en el World Journal of Gastroenterology, la disbiosis inducida por el estrés puede jugar un papel clave en una persona que desarrolla SII.
¿Cómo el estrés puede empeorar el SII?
Se estima que del 40 al 60 por ciento de aquellos con SII (100) tienen un trastorno psiquiátrico, como ansiedad o depresión. Se sabe que el estrés y los principales traumas de la vida, como la ruptura, la pérdida de un familiar cercano o un miembro de la familia que deja el hogar, empeoran los síntomas asociados con el SII.
El estrés puede tener los siguientes efectos en el SII:
- reduce el flujo sanguíneo intestinal
- aumenta la permeabilidad intestinal
- activa tu sistema inmune
- hace que tu sistema inmune se inflame
Todos estos cambios pueden afectar en gran medida los sistemas SII. Y para una persona que tiene mucho estrés en su vida, los síntomas pueden volverse severos.
Una vez que haya identificado los factores estresantes en su vida, puede tomar medidas para eliminarlos y aprender a enfrentar el estrés que estas situaciones pueden generar.
Si bien el estrés puede ser un factor que contribuye al SII, por lo general no es el único factor. Determinar que alimentos pueden afectar ( si hay una intolerancia tipo I o tipo III, alguna alergia alimentaria, intolerancia o sensibilidad al gluten…) suprimirlos y hacer un estudio de la microbiota intestinal para reequilibrarla harán que nuestro intestinos pueda volver a recuperarse.
FACTORES FISIOLÓGICOS
El uso de ciertos medicamentos como algunos antibióticos pueden causar problemas digestivos. Lo mismo sucede ante la presencia de enfermedades.
Los antibióticos son medicamentos importantes que se usan para tratar infecciones y enfermedades causadas por bacterias, como infecciones del tracto urinario y faringitis estreptocócica. Funcionan ya sea matando bacterias o impidiendo que se multipliquen y han salvado millones de vidas en los últimos 80 años.
Sin embargo, uno de sus inconvenientes es que afectan a las bacterias buenas y malas. De hecho, incluso un solo tratamiento con antibióticos puede provocar cambios perjudiciales en la composición y diversidad de la flora intestinal (101,102,103).
Los antibióticos generalmente causan una disminución a corto plazo de las bacterias beneficiosas, como Bifidobacteria y Lactobacilli, y pueden aumentar temporalmente las bacterias dañinas como Clostridium (104).
Sin embargo, los antibióticos también pueden provocar alteraciones a largo plazo en la flora intestinal. Después de completar una dosis de antibióticos, la mayoría de las bacterias regresan después de 1-4 semanas, pero su número a menudo no vuelve a los niveles previos (105,106,107).
De hecho, un estudio encontró que una sola dosis de antibióticos redujo la diversidad de Bacteroides, uno de los grupos bacterianos más dominantes, y aumentó el número de cepas resistentes. Estos efectos permanecieron hasta dos años (108).
RESUMEN:
Los antibióticos pueden afectar la diversidad y la composición de la flora intestinal, incluso en casos de uso a corto plazo. Esto puede tener efectos dañinos en las bacterias intestinales que pueden durar hasta dos años.
CONCLUSIÓN
La alteración de uno o más de estos factores puede ocasionar un desequilibrio en el sistema gastrointestinal y en la salud provocando una perdida del equilibrio digestivo, como de la absorción de los nutrientes, y de la microbiota intestinal (flora intestinal) ocasionando malestares digestivos, hinchazones, diarrea, gases, falta de energía, falta concentración…
Para evitarlo, es importante mantener un consumo adecuado de fibra (mucho tipo de fibra diferente MUY IMPORTANTE, tenemos muchas bacterias diferentes y comen diferentes tipos de fibra!), beber agua y hacer actividad física regularmente.
Desarrollar hábitos saludables al comer y desenvolverte en un ambiente libre de estrés y que te sientas a gusto y en paz, todo esto te ayudará a controlar la salud de tu sistema gastrointestinal.
Recuerda, si tu sistema digestivo y tu microbiota están fuerte, tu salud estará fuerte
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